lunes, 15 de febrero de 2010

Estalagmitas

La cruel nevada hizo lo suyo.
El silencio fue amigo y el ruido su cómplice.
Ramas roídas por el frío muestran sus despojos en el suelo, mientras cuervos impiadosos resquebrajan la calma.
Gélido mundo, infierno de colibríes, paraíso de lobos, cárcel de aromas.
Sobre la izquierda, en la cueva, surcos adolescentes de agua reflejan ocres.
Mas allá, las estalagmitas perseveran, sólo aspiran a crecer, a conquistar, a devorar el tiempo, a congelar horizontes.
En lo profundo, latidos oprimidos luchan por imponerse; el cielo me es indiferente, la acción esclava y la mirada insensible.
Cuando se agazapan las sombras huyo de sedientos huecos, hogar de ataques, trampa de angustias.
Lo siento; en este invierno de alegrías, la inercia es ama y el candor, plebeyo.

viernes, 5 de febrero de 2010

CoNtUsIóN

Es la hora de la siesta, en el reino de las iguanas.
Oscila mi carreta con rocas, piedras y durmientes, tirada por bueyes morados de resignación.
El indemne sendero calla sus quejas, mientras supura un hedor a derrotero final.
No aleteos, no ventizcas, no parpadeos.
Oasis de precipicios, sedientos de sombras, esperan mi llegada.
Allí deposité la carga de estos días. Mis plagas ya descansan en paz con promesas de retorno.
Tras desempolvar las alforjas, acomodé mi desvencijada osamenta y sin samaritanas caminé buscando el ocaso... pero me topé con un amanecer.
El despegue ha comenzado.