viernes, 20 de enero de 2012

Concebido

Recuerdo infancias perdidas, con opacos sonidos a campanas, aromas ahumados y brisas de lino. 
Recuerdo bambués en danza, la quietud del lago y cascabeles sin sigilo.
Atrás quedaron parcas emociones y tímidos aleteos perimidos.

El sol torna su cara mas clara a mi mundo abstraído; 
es otra chance para escalar laderas o desandar abismos. 
Ya vendrá la luna a imponer su sueño concebido.

El aliento derrumba la erosión de zonas estrechas, 
limpia de egoístas toxinas y células deshechas . 
Sólo así accedo a lejanos hogares, que me pertenecen, que jamás he vivido;
pero nada sé de sus paredes, nada sé de sus aromas ni de su temor vencido.

Recuerdo infancias perdidas con siestas sin vecino, 
en noches estrelladas con luciérnagas sin nido.
Recuerdo lo inmenso de su océano, con olas sin mareas y faros corroidos.
Recuerdo lo cristalino de su ser, cuando me asombra que su sombra vaya conmigo.