viernes, 25 de julio de 2008

Eruptivo...

Los indolentes zigzag del tiempo, desafían la impávida cultura del equilibrio.
Los intrigantes devenires acechan lo profundo. Estimulan eclécticas rebeliones.
La idea Chaitenesca de invadir temores subyacentes convierte en desafío el tímido impulso.
La erupción invade el aire y la tierra, vocifera infiernos en derredor, estalla fulgores acrobáticos en pos de ánimos erosionados.
Se yerguen los espasmos volcánicos hacia abismos inermes.
La vida indefensa huye hacia caminos de dictadora convivencia.
Siluetas venenosas de fulgurante lava recorren bellos trazos incandescentes.
Conquistan, invaden, someten.
Cenizas extorsivas tiñen humores desprevenidos.
El silencio logra hivernar tras la complacencia de la Luna menguante.
El tiempo restaña la angustia y lava de lava las parcelas.
Sur, viento, aridez.

jueves, 24 de julio de 2008

Como alfil en tablero de damas apagadas…(Serie Glaciares)

Cruzo la frontera con el entrecejo sosegado y las ansias bajo siete llaves.
Sólo arrullo de inflorescencias, agitadas por el paso de un soplo inocuo.
Somatizo el haber bebido las alturas más empinadas, se me olvida el pasado, se me escurre el futuro, solo presente.

Sinuosa manera de amanecer, tímido palpitar de aromas embestidos.

Cruzo el límite ante la desvergonzada mirada de las pálidas artemisas, que cómplices del desmesurado glaciar, favorecen rumores de historias alpinas.
La soledad ahoga y libera, es hogar de voces con raíces añejas y entrañables.
La empinada ladera oeste ensalza los prolíficos castaños emigrados.

Cruzo la línea del absorto “tramonto”, mientras caen los húmedos recuerdos y anhelos anquilosados y nace la aurora de un devenir sin vuelo.
Suelos seculares, sabios de batallas inverosímiles y juglares de estirpe, sostienen sueños tan almibarados como imposibles.

Cruzo el océano, como un alfil en tablero de damas apagadas, pero cruzo, ya que

”…la sangre nunca es agua…”

No despierten al GigantE…(Serie Glaciares)

Los brazos del sol desnudan formas ingrávidas indolentes, aleatorias. La habitación se nutre de ello. Mi lámpara, de oleada silueta, hecha de fibras sinusoides, acaba de vaciarse de ávidos humores. Ávidos de, mal ganada, libertad. El humo de los humores se dispersa enfurecido en irrevocable desenfreno. La tensa imposición de tormentosos sonidos, famélicos de melodía y tino, abarrotan la atmósfera resquebrajada y sin norte. Mi lámpara, vencida por los aires altaneros del mercurio, yace impotente en su demacrada pose.

Los aires son otros.

Los guerreros de la traición confluyen en una escena sin enemigos ni retorno. Circuito tembloroso sigue la visión, anulada por la explosiva irritación. Mi lámpara, ya sin interlocutores, llama a sus saciados y añejos habitantes. En su vientre adopta al decisivo mercurio, que, sediento de glaciares, accede a relajada compostura. Heridas sin testigos pululan ante el sarcasmo de la malicia pasional. Tiñe ahora mis fibras, la desazón de sublimar energías acromáticas, hacia páramos de reparadora soledad.

No despierten al “Genio”, no agiten al “Gigante”… Dejen reposar a mi lámpara…sus fibras laten…

jueves, 10 de julio de 2008

Y se rompió...(Serie Glaciares)

Y se quebró, y se rompió, y se desplomó, y se precipitó, y se derrumbó... y se sumó al caudal indolente que lo derritió y convirtió en masa gélida, que lo arrastró hacia lagos impensados, que lo consumió con sus fauces sedientas de formas rectas.
Y se adelantó, y se anticipó, y se apunó... y se cayó.

No hubo clima que impidiera su oculto e irrevocable deseo de cambio, que invadió sus entrañas y lo cubrió de lúgubre final.
No hubo quien ruborizara su salto ecléctico, no.

Sumará brío al horizonte esmeraldogrisáceo, afinará bemoles al desembocar en la estación océano.

martes, 8 de julio de 2008

Rompimiento...(Serie Glaciares)

Hoy el resquebrajamiento del Glaciar Perito Moreno, belleza natural argentina, es ya una realidad y su ruptura es su destino inminente. Un espectáculo de imponente naturalidad, incierta razón y triste desgarro.
Es como algunas situaciones de la vida cotidiana, hechas paisaje y espectáculo real.
Cómo avanzar con éxito sobre témpanos humanos?
Insidir mediante un clima sobrecogedor?, o directamente con la ruptura devastadora sin erosiones?
Cómo abstraerse de las corrientes que degradan, pulen o moldean la coraza blanca de nuestra mahatma.
Cómo mantener incólumes nuestros bloques astillados de cortantes vaivenes eólicos.

Los sonidos fuertes... precipitan, y los suaves... perennizan.

La música armoniza los irrigantes caminos de nuestra vida glaciar.