Nunca se llevaron bien.
Saben que jamás podrán desligarse.
Se necesitan, se buscan, se pierden...
El "te quiero para mí" los gobierna.
La soberbia los atrae y la locura los absorbe.
Nunca se llevaron bien.
Nunca podrán escapar, nunca podrán cambiar.
Tan unidos, tan parciales.
Crecen con latidos naturales y se atraen en tiempos inciertos.
Nunca se llevaron bien.
Inconsultos destinos divergen en sus entrañas.
Opíparos contrastes los confunden.
Nunca se llevaron bien, la razón y el corazón.
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